lunes, 22 de diciembre de 2008

Cazador de Medianoche : Tras la sombra del Vampiro (IV parte)

El cojo, que resulto llamarse Pitxi, inicialmente se mostro reacio a la manipulación mental, pero algo en sus recuerdos me indicó que la relación que mantenía con Malicia no era la misma que la de sus otros acompañantes, por lo que finalmente realizó su cometido.

El audi comenzó oscilar de un lado a otro de los tres carriles de la ronda Norte.

Cambié de marcha, aceleré y salí disparado hacia la ubicación del Opel Astra.

Gracias Pitxi.



Paré con la moto en la rotonda del puente de la Barqueta, cerré los ojos y busque el lugar donde había puesto mi señuelo, en el coche de Malicia.

Las posibilidades de que siguieran en el o de que estuviesen cerca eran remotas, pero era lo único que tenía y desde allí podría rastrearlos.

El coche estaba cerca, en Santa Clara.

Mi estomago protesto con un rugido capaz de hacer sombra al león de la Metro, tendría que comer algo o comenzaría a consumirme.

Sin hacer caso a las consecuencias, me dirigí a uno de los barrios elitistas de Sevilla.



Paré junto al coche, puse la mano sobre el capo y aun estaba caliente, perfecto.

Mire a un lado y a otro, ni un alma, perfecto, saqué la brújula del bolsillo de la chaqueta, lance un conjuro sobre ella y puse una gota de mi propia sangre en la punta, el resultado no se hizo de esperar, como si de un fuerte imán se tratase la brújula apunto a un bloque de pisos cercano y tiraba hacia arriba.

La única luz encendida era la de la tercera planta, bingo.

Dejé la moto en la calle, mire el piso, tercera planta, fácil, solo esperaba que hubiese abierto algún lugar donde poder comer como un animal esta noche porque después de lo que iba a hacer tendría que reponer mucho las fuerzas si no quería desfallecer.

Salte desde la calle hasta la ventana, me puse en cuclillas en el borde del mármol de la ventana, Malicia hablaba visiblemente excitada a los cuatro muchachos, sonreí, toque la ventana con los nudillos con la sonrisa aun en la cara.

Los cuatro chicos saltaron y se pusieron detrás de Malicia la cual se quedó más blanca de lo que habitualmente son este tipo de seres y aparentemente sin saber que hacer.

“Fuera hace frio, me dejáis pasar”

Malicia sonrió maliciosamente, el ritual de la invitación, un vampiro no puede entrar en una casa en la que no ha sido invitado sin cumplir la voluntad del propietario como castigo.

En sus carnosos labios se dibujó una sola palabra “No”

Me encogí de hombros y volviéndome intangible atravesé la ventana.

Esperaba que esta chupasangre tuviese en el frigorífico algo más que sangre 0+.

Malicia me señaló con el dedo y lanzo el discurso típico “Como soberana de este lugar y tras tu intromisión, debes cumplir mis deseos” la mire a los ojos e imitándola dije sin hablar “No”.

Desactive el conjuro y volví a mi estado natural, mi piel volvió a su color y temperatura normal exhalando el perfume cálido de un ser vivo.

Malicia extrañada me preguntó que que era lo que venia a buscar a su refugio.

Mi planteamiento fue sencillo : ella la había cagado.

Había convertido en vampiro a cuatro personas sin los procedimientos protocolarios necesarios, además dos de ellos eran pareja, Jose Manuel y Laura, pertenecientes a unas familias muy interesadas en que volviesen a sus vidas anteriores, así que viendo lo visto tenia dos sencillas opciones, o liberar a los chicos de su encanto, al menos a la parejita, o arder hasta los cimientos en el infierno al que la mandaría la deflagración de llamas que sufriría y para demostrárselo convoque fuego con un sencillo gesto en la palma de mi mano derecha.

Mi estomago seguía rugiendo como un león salvaje en mitad de la jungla, evidentemente iba de farol, no quería chamuscar todo aquello, pero era mi ultimo recurso y quería que esta pelirroja de peligrosas curvas fuese consciente de lo que era capaz de hacer.

Menos mal que ellos no saben de nosotros ni la mitad de lo que sabemos de ellos, si no por el rugir de mis tripas habría sabido que mi reserva de energía estaba agotandose.

Para mi sorpresa Malicia se hecho a llorar, amaba a las dos muchachas y ellas la amaban a ella, la pareja simplemente eran amigos de estas dos chicas y habían decidido iniciarse al vampirismo, pero ninguno de ellos había probado aun sangre humana.

Suspire visiblemente aliviado, aun había vuelta atrás para los chicos, las dos muchachas dijeron que sus deseos eran quedarse con Malicia, cuidar de ella y protegerla de El Albino y su discípula Seth.

Cuando mencioné a Pitxi Malicia respiró hondo y dijo que era algo del pasado y que estuviese donde estuviese El Albino lo tendría controlado.

Soy un hombre de negocios y una oportunidad como esta no surge todos los días, por lo que le propuse a Malicia el siguiente trato, yo acabaría con el Albino y Seth y ella liberaba a los chicos y revertía su vampírico estado con las instrucciones que yo le daría, las dos chicas podían quedarse con ella si era su deseo, pero tenían que abandonar la ciudad cuando la parejita de marras volviese a ser humana y me pagaría 3.000€ como pago simbólico por el trabajito.

Desconfiada me pregunto que si podía confiar en mi palabra, a lo que respondí que según el protocolo no tenia problemas en firmar el documento vinculante con mi propia sangre, pero que ello elevaría el coste del trabajo a 13.000€ por los tramites correspondientes por el contrato.

La burocracia es la burocracia.

Malicia se sobresalto y comenzó a reír a carcajadas.

Fue al dormitorio, abrió un cajón y volvió con un fajo de billetes de 100.

Cogí el dinero, sonreí y tomándome las confianzas que la situación me permitía me dirigí a la cocina, abrí el frigorífico y a muy pesar mío su único contenido se basaba en bolsas de plasma sanguíneo para error de mi suposición inicial 0-.

Me encogí de hombros, le dije a la pareja que volviesen pronto a casa y salí por la puerta.

El trabajito me había salido redondo hasta el momento, ahora era simple, solo tenia que cazar a esos dos y hacerlo con brutal eficiencia, eso si, como siempre de forma discreta.



No tengo la facilidad que tienen mis compañeros del otro lado del charco donde las armas pueden ser llevadas por cualquiera o con mis compañeros de las islas de Albión que siempre pueden echarle las culpas a los protestantes del IRA o de cualquier otro movimiento político violento, no puedo hacer volar edificios ni coches sin ton ni son, lo cual es mejor para mi ya que refino mas los ataques que realizo en lugar de enviar ondas de quintaesencia pura y dura en olas de destrucción.

Salí a la calle, me monte en mi moto y volví a la sala Q.

Por suerte para mi el puesto de perritos calientes aun estaba abierto.

Mi exceso de confianza provoco mi estado actual, así que solo pedí media docena de hamburguesas en lugar de las dos docenas que necesitaba.

Con las energías parcialmente repuestas localice con facilidad a Pitxi, estaban en una de las naves abandonadas del puerto de Sevilla y lo estaba pasando visiblemente mal, estaba sufriendo un castigo físico considerable por parte de El Albino.

Volví a enlazar mentalmente con el y le susurre “resiste”

Pobre bastardo.

Al llegar a la nave y mirando el reloj decidí que lo haría a lo bestia, con un movimiento de manos y apuntando hacia la puerta de la nave esta salió disparada hacia el interior.

Así se entra en los sitios, al estilo Rambo.

Pero me faltaba el MG-42.

Ante mi sorpresa en la inmensa nave no solo estaban El Albino, Seth y Pitxi, al que estaban castigando físicamente, sino que la inmensa nave industrial estaba llena de vampiros que con cara de pocos amigos giraron sus cabezas hacia la puerta que acababa de saltar por los aires.

En el centro de la nave estaba Pitxi encadenado por los brazos al techo y aparentemente inconsciente.

Genial.

Creo que mi cara inicial lo dijo todo y con un bramido casi colectivo se arrojaron todos sobre mi.

Metí las manos en los bolsillos, los anillos de plata enfundaban mis nudillos, me quite la chaqueta de motorista y la tire al suelo.

Como diría un tipo con cara de piedra “había llegado la hora de las tortas”

Acelere hasta los extremos mi metabolismo, aumente mi fuerza todo lo que mi cuerpo permitía, menos mal que me machaco a diario, ahora esos cabrones se movían a cámara lenta y eso me facilitaba mucho el trabajo, sentí como bajo mis puños se deshacían pómulos, narices, costillas.

Aquello era una carnicería, me entregue al frenesí de la batalla, los más rápidos consiguieron colarme un par de golpes, pero era tal el subidón de adrenalina que tenia que no sentía las contusiones.

Hasta que El Albino me golpeo con una viga en la cara.

Salí volando hacía la pared mas cercana y los vampiros que quedaban se arrojaron sobre mi.

Unos cincuenta tipos estaban encima mía, manos acabadas en garras desgarraban mi camiseta y laceraban mi piel, ellos no necesitaban respirar pero a mi me estaban asfixiando con el peso de tantos cuerpos sobre mi.

Mis energías estaba muy mermadas, casi exhaustas, no podía teleportarme, no podía moverme, solo me quedaba un ultimo recurso final, por costoso que fuese.

Concentré toda la energía desde el chakra del bajo vientre hacia arriba, como una cascada invertida y estallé en una deflagración, todos los que estaban en los diez metros cercanos se convirtieron en cenizas.

Me levante ensangrentado, exhausto, con el rostro amoratado y buscando al Albino.

El sonido del audi saliendo a toda velocidad en dirección al puente del quinto centenario me marco su posición.

El muy cabrón había huido.

Antes de salir eché un último vistazo a Pitxi, su cuerpo comenzaba a consumirse, el pobre bastardo no había conseguido resistir lo suficiente.



Me monte en la moto sin chaqueta ni casco, acelere a toda potencia y la rueda dibujo un surco de neumáticos quemados sobre el asfalto y salí a la persecución de mi presa, con un chasquido de dedos desintegré mi chaqueta y mi casco, ya me compraría otros.

Usando un poco de la ínfima energía que me quedaba lance sobre mi y sobre mi moto una capa de sombras, si iba a circular a aquella velocidad demencial, sin casco y además por un lugar donde el trafico rodado estaba limitado a 60 kilómetros por hora no quería que el señor cartero me trajese una notificación de trafico donde me quitaban todos los puntos del carnet por las próximas cinco vidas.

Les di alcance a mitad del puente, las cámaras de tráfico lanzaron sus flashes a mi paso pero las fotografías aparecerían en negro.

Extendí mi mano derecha, invoqué un golpe eléctrico y sin piedad lo lance sobre el vehículo, los sistemas informatizados del coche comenzaron a chisporrotear, aumente la potencia del rayo, dioses, esto me iba a costar caro.

El depósito del coche estalló en unas llamas que se extendieron al resto del coche, instantes después este explotaba.

Me había colado, tendría que dar explicaciones, pero que coño aquello había sido divertido.

Me quedaban unos metros antes de llegar al coche accidentado y al pasar por su lado la luna delantera estallo en mil pedazos y Seth aun ardiendo se arrojo sobre mi espalda, montando a horcajadas sobre mi moto y clavando sus colmillos en mi cuello.

Se ve que no era la primera vez que hacia algo parecido, menudo tino había tenido.

No era la primera vez que notaba el aliento de un vampiro tan cerca, pero estaba excitadamente violento y no pensé en mi ultimo conjuro ni en el estado en el que estaba mi cuerpo.

¿Quería sangre?

¿Quería energía?

La tendría, toda ella.

Canalice las energías que me quedaban, los impulsos eléctricos de mi cuerpo, la batería de la moto y la corriente eléctrica cercana hacia el torrente carmesí que manaba por mi cuello hacia la garganta de esta maldita criatura de la noche y le di mas de lo que su cuerpo podía soportar, cuando intento retirarse la agarre de la cabeza y pegue sus carnosos labios a mi cuello para que siguiese bebiendo del torrente que salía de el.

A nuestro paso a ciento ochenta kilómetros por hora a través del Quinto Centenario las luces de las bombillas estallaban y los arcos eléctricos danzaban hacia mi cuerpo, el sistema eléctrico de mi moto comenzaba a fallar, pero quería acabar con aquella zorra a toda costa.

Impulsada por el dulce sabor de la sangre rica en quintaesencia y dejándose llevar por su propio frenesí siguió bebiendo.

Gracias a los dioses que lo hizo.

La energía que yo canalizaba a través de mi sangre, bullía de ella a través de sus ojos y nariz en forma de luz rojiza.

Su cuerpo no pudo contenerla más y estalló en una explosión de llameante energía y sangre que dejo una bonita mancha roja al final del puente.

Perdí el control de la moto al desfallecer y me estampe contra el asfalto, lo siguiente que recuerdo es llegando al hospital en la ambulancia.

Esta vez tuve suerte, tenia quemaduras de segundo grado y tercer por el fuego y la abrasión del asfalto, podría no haber rodado inconsciente cuando caí y mi cuerpo podía no haber tenido los actos reflejos de curarse con la última que quedaba del sistema eléctrico cercano, de no haber sido así con toda seguridad ahora habría una lapida en el cementerio con mi nombre, sin flores y sin nadie que la velase.



Malicia vino a visitarme al hospital, me dijo que se marchaba y que los chicos habían quedado liberados, mi móvil sonó y el ingreso de sus padres se había realizado, todo había salido bien.



Me levante del banco y mentalmente le dije al muchacho que viniese hacia mi y no rondase mas a aquella señora mayor.

El romaní se acerco asustando a aquel tipo con barba de dos días y manos vendadas que tenia delante.

Me saque 100€ medio chamuscados del bolsillo y se lo tendí.

“Búscate un trabajo y feliz navidad” le digo.

Solamente me queda una pregunta rondando por la cabeza

¿Se habría achicharrado El Albino?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué dinamismo de escenas!
Es todo muy plástico. Me puedo imaginar perfectamente todo lo que ocurre.
Besos

Ada Diez dijo...

Nada como el fuego!
To be continued!?

:D

Anónimo dijo...

Como siempre, me ha gustado mucho. La escena de acción, genial, como le hubiera gustado a la Cosa, "Es la hora de las tortas".

Manu dijo...

Parsimonia:
Muchas gracias ^^
Intento aplicar el dinamismo escénico que veo en series de animación y fictícias ^^
Un beso!

Manu dijo...

Ada Diez:
"Creo Ignem" que se llama ^^
Espero que te haya gustado :)
Pues claro ^^
El lunes que viene la siguiente entrada =D

Manu dijo...

Kanon:
Me alegro apañero!
Al igual que usé el personaje de Dianna y Charles-X me ha dicho que me va a pasar uno, puedes sentirte libre si lo quieres de mandarme alguno ;)
Un abrazo

Proyecto D2~ dijo...

Ya voy por aquí ^^ (entrada leída incluida) :) me gusta bastante la historia y como escribes, estoy super enganchada xD.
Un besito!

Manu dijo...

Lollipop ~ : esto es lo "ultimo" que estoy escribiendo, la historia de Iván y tal, pero antes hay más cosillas ^^
Gracias por la lectura y bienvenida a este mundo imaginario que recreo =)