domingo, 25 de febrero de 2007

Tarde

Tantas veces maldije al tiempo,
tan rápido se me fue contigo
y sin ti me va tan lento
Confío en mi día a día,
en mis palabras, en mi gestos;
pero a veces éstos me parecen
que no acelerarán el momento.
El momento en el que tus labios
quieran volver a su lecho,
en el que tus manos
quieran acariciar el deseo.
Te pedí hace tiempo
si debía de tener miedo
por perderme en tus ojos,
por soñar con tus besos.
Ahora dime si debo tenerlo,
dime si abrirás tus alas
para abrir rumbo al cielo.

Esto se lo tome prestado a Mixu, plasma sin lugar a dudas el como me sentia hace dos meses, cuando veia venir lo que se acercaba, pero me seguia negando su existencia, hasta que me estallo en la cara...

A VECES OLVIDO

A veces olvido lo que soy,

a veces olvido el susurro de la jungla de asfalto en mis oídos al caminar,

el sonido de mi propia risa o incluso el tacto de la verde hierba,

pienso en otras cosas futuros imperfectos aun por solidificar,

soñar no vale de nada mas que de perder el tiempo en vanas esperanzas,

pero mi mente ha soñado se ha perdido en su propio fuero interno,

divagando sobre sueños futuros,

cuando hacemos que nuestra mente vuele libre ensoñadora erramos,

dejamos el hueco libre a nuestros propios miedos por no pensar claro,

por divagar y entretenernos con nuestra propia vida futura o pasada,

no viviendo el presente sino pasando a través de el como un tren de alta velocidad,

intentando que llegue un futuro soñado que quizás nunca llegue,

cuando mi mente, mi alma y mi corazón divagan tiendo a errar,

a cometer fallos estúpidos y garrafales que nos llevan a situaciones como esta,

más nadie es perfecto y de los propios errores se aprende,

y esos miedos y temores son los que hay que destrozar con uñas y dientes,

erradicarlos pues ellos realmente son el enemigo,

el enemigo interior,

lección aprendida,

¿volver atrás?

NUNCA

hay que caminar hacia el frente con la cabeza alta y con paso firme,

si lo hacemos así nadie volverá a pisar lo que somos,

lo que pensamos,

lo que sentimos,

hay cosas que nos hacen olvidarnos de lo que realmente somos,

en mi caso volviéndome un indefenso gatito,

no soy un gatito,

no soy un animal de compañía domestico,

puede que con dos carantoñas sonría y ronronee,

pero el animal salvaje está ahí abajo, latente, soñador y divagando sobre los posibles futuros,

recordando los pasados próximos y lejanos y lo que pudieron haber sido en el presente,

solo existe una línea temporal y es el aquí y el ahora,

el futuro no se sueña se crea,

el pasado no se recuerda se ha vivido,

cicatrices pueden marcar nuestro rostro, nuestro cuerpo, nuestra alma o nuestro corazón,

pero no hay que esconderlas y dejar que supuren,

hay que salarlas y mostrarlas con orgullo diciendo "yo sobreviví a ello!!"

durante años he sido un gatito en cuerpo de león lamiéndome mis propias heridas,

no mas

nunca mas

las heridas que supuran sanaran, se salaran y formaran surcos en mi alma y mi corazón,

realizando el dibujo de mi pasado enroscado tan íntimamente a mi como la misma sangre,

pero no para entretenerme divagando y lamentandome sobre él sino para recordarme lo que ocurrió,

siendo la prueba viviente de que hay cosas a las que se puede sobrevivir,

personas a las que se las puede perdonar por mucho daño que hayan hecho,

el libro de los agravios decía yo,

solo es un montón de papel mohoso ardiendo en la pira funeraria por un animal domestico,

un pequeño e indefenso gatito que usaba el cuerpo del león para enseñar los dientes,

ese gatito ha muerto,

lo lamento por quien lo eche de menos,

yo no lo haré,

ha habido veces que he olvidado lo que soy,

cometiendo errores,

fallos,

crisis,

sacando los dientes del león con el corazón del gato,

descanse en paz,

a veces he olvidado quien soy,

que soy,

es hora de pasar pagina para muchas cosas,

ahora es mi tiempo,

el tiempo del león.