"Mi
nombre es Iván, soy un taumaturgo acreditado en la ciudad de
Sevilla, cobro por resolver casos donde la "razón humana"
deja de funcionar.
Estos
son extractos de mis diarios, por desgracia no siempre puedo
actualizarlos conforme van sucediendo, en esta caso porque casi no lo
cuento..."
Completando
el cambio de forma y quedando tal y como vino al mundo, Uccellino se
abre paso entre sus hermanos de manada, apesta a sexo y a fluidos
propios y ajenos, eso fue lo que capté en ese momento, a esto olía
esta joven y promiscua licántropa.
Me acerco,
invisible, silencioso e intangible, observo.
Agarran
a un adulto de unos treinta años aproximados, lleno de
profundas laceraciones, una de ellas le surca la cabeza desde la
frente pasando por donde debería de estar su cara hasta la parte
trasera del cuello, debajo del cual se deja entrever un tatuaje, por
el camino que lo han traído ha dejado un bonito rastro de sangre, va
sin camiseta mostrando una forma física aceptable y una espalda
donde se podría hacer un pisito de protección oficial, eso si llena
de cortes bastante feos y profundos, su cabeza está caída, su
respiración descompasada, su corazón late con irregularidad, parece
que tiene los minutos contados y la mayoría de l@s que me rodean lo
saben.
Uccellino
se agacha delante de el, impregnada aún de los fluidos de todos los
que han disfrutado de/con ella, el olor es más fuerte, así que a
esto era a lo que olía la cachorrilla, entonces la chica que está
en la hoguera...
Agarra suavemente su cara y levantándola un
poco mientras se pone en cuclillas se pone cara a cara con el, su
sexo se abre dejando caer algunos restos de fluidos y mandándole al
moribundo un mensaje oloroso.
El alza un poco la cabeza,
le falta el ojo izquierdo y la mitad de la piel y la carne del mismo
lado de la cara, pero el fuego que arde en el ojo rojizo que le
queda indica que aún queda mucha vida en el, quizás sea el único
lugar donde queda vida.
Con
una voz grave y profunda, de esas que poseen cantantes de soul o de
baladas de rock, una de esas voces que sientes vibrar aunque seas
solo una entidad incorpórea como yo en este momento, le dice a
Uccellino - Déjame desangrarme, que
no te importe cuanto,regenero rápido mis heridas deberías saberlo,
tu misma causaste muchas de ellas ,mejor así, que tu único punto
débil esté tan lejos, aunque duela tanto el que sea incapaz de
reconocerlo - mientras mira hacia la hoguera haciendo
como el que pierde la vista, sin embargo su único ojo vivo se
encuentra con la mirada de la chica que sabe que existo, que estoy
aquí, esta se echa las manos a la cara y comienza a llorar en
silencio acurrucada contra si misma frente a la hoguera.
Los
dos que portaban al herido lo dejan caer de bruces en el suelo, y una
chica bajita de generosas curvas, con el pelo corto y un piercing en
la nariz se acerca a el de entre todos los que lo rodean, le da la
vuelta cariñosamente, una lagrima se escapa por la comisura de
su suave piel, que va a caer en donde debería estar el ojo izquierdo
del moribundo, lleva una botella de agua a sus labios, el besa la
botella como solo podría hacerlo un adicto al alcohol en mitad de un
delirium tremens.
Al
verle el torso mi diagnostico es peor que el inicial, le faltan la
mitad de los órganos internos, donde deberían estar sus intestinos
y parte de su estomago hay un hueco, es como si algo le hubiese
desgarrado el vientre y masticado un rato por diversión todo lo que
encontró de camino, no creo que sobreviva por mucho brillo que tenga
en ese ojo, ni por mucha capacidad regenerativa que tengan los
licántropos.
Bebe,
tose sangre y agua, vuelve a beber, el hueco donde deberían estar
sus órganos se llena de agua, ríe, tose y mira de nuevo a Uccellino
murmura algo con un tono de voz que creo que ni el mismo escucha y
cuando recupera aire sigue hablando - y nunca
habrá velas para dos,siempre estarás donde siempre,entre
bambalinas,no habrá luz de focos ni aplausos para ti,es lo que
quieres? sostener su cabeza mientras vomita la oscuridad que trae a
esta manada mientras ves el fuego arder en sus ojos en las noches de
luna llena y te entrega como un trozo de carne para el disfrute de
cualquiera que pase por aquí, ser el juguete sexual de todo aquel
que el permita - brama con un torrente de voz que sale de los
únicos órganos que parece tener intactos.
Uccellino le lanza
una mirada cruel, le propina una sonora bofetada y se incorpora
altiva con la barbilla alzada- Es mi decisión, debes respetarla,
aunque ya sinceramente poco te queda - la frialdad de esas palabras
rivaliza con el azul de sus ojos, definitivamente la había
considerado más dulce inicialmente, casi tanto como parece ser la
chica a la que desde al lado de la hoguera se le escapa un sonoro
sollozo que pasa desapercibido entre la tos estertorante del caído
Se
acerca otro licántropo, más joven que el que yace moribundo en el
suelo, alto pero no tanto como el caído, mucho más delgada y
fibroso, con un color indeterminado de pelo que hace dudar muy mucho
de su sexualidad, se acerca por detrás a Uccellino extiende su mano
hacia el trasero de esta e introduce dos dedos en su entrepierna aun
húmeda para el estremecimiento de esta.
El
caído lo mira con rabia con su único ojo, por un instante parece
que va a levantarse, regenerarse, arrancarle la cabeza de los hombros
y mear en el hueco de la garganta mientras el sistema cardiovascular
aun bombea sangre a una cabeza inexistente, pero solo tose mas
sangre, toma aire profundamente y le dice - Y
tu que cojones miras gilipollas? Mejor sería para ti agachar la
cabeza,metértela en el culo y volver al agujero infecto del que
saliste, donde la drogadicta ninfómana de tu madre jamás debió
haberte sacado, quizás así se habría quedado con un trozo de carne
dentro y no necesitaría tener tantos rabos dentro como esta que
tienes al lado, aquí estas fuera de lugar, tu cara de
idiota será lo que más llame la atención cuando el plomo caliente
comience a volar en busca de carne, quizás me esté muriendo, pero
no soy el único de los alrededores que quiere tu cabeza en bandeja
de plata, tu falta de honor y respeto te harán , no ves que muero,
no vas a respetar ni siquiera el honor de alguien que está a punto
de exhalar su último aliento - el del pelo
de orientación sexual indefinida escupe en el hueco del abdomen del
caído y se da la vuelta agarrando a Uccellino por la cintura
alejándola del futuro cadáver, ella no vuelve la vista atrás.
El
moribundo sonríe, vuelve a mirar a la hoguera y susurra -Todos
pagareis esto, al menos todos los que habéis vendido a esta manada
al mejor postor por... - su voz se desvanece, le queda poco, no
puedo dejarlo así, no puedo dejar de saber todo lo que el sabe, no
puedo perder tantos datos, tanta información tan vital, creo que no
puedo salvarlo, llegar hasta aquí, tendría que abrir un portal,
recogerlo y salir pitando por el mismo portal, sin rastro, creo que
no tengo tiempo para tanto.
Creo,
pero lo que suelo creer y a donde suelo llegar tienden a ser dos
cosas distintas.
Vuelvo
a casa en un pensamiento, la aguja cae, el combinado natural, químico
y mágico llena mi corazón y hace que parezca Asterix después de
tomar la pócima de Panoramix, sin pensar dos veces en lo que
llevo puesto clavo las manos en el tejido del continuo espacio y lo
rasgo, duele, ya me pondré crema, veo el otro lado y escucho las
últimas palabras del caído dirigidas a Uccellino -Eres
del tipo de recuerdos que van a lápiz, no has sido nada, y serás
menos aún, tu que estuviste a punto de ser fuego y sangre, carne y
metal, no eres mas que una cerdita de coño inquieto, espero que
tengas lo que te mereces - en ese momento comienza
a exhalar su ultimo aliento.
No
se como diantres consigo hacer todas estas cabriolas mágicas, bueno
Luzbel me dijo algo antes de que lo encerrásemos, pero no me lo
termino de creer.
Mantengo el portal con una mano, lanzo un
"tempus fuggit" al otro lado del portal, básicamente es un
conjuro de ralentización espacio temporal que me dará 50 segundos
de libertad, salto al otro lado manteniendo el portal abierto
con una mano y con la otra empujando el alma del licántropo dentro
de su cuerpo antes de que escape y vuelva a La Forja, lo agarro con
un brazo, joder como pesa el joio debe de andar pasados los 100 kg y
eso que está en forma humana, salto al otro lado, me sobran dos
segundos, suficientes para mirar atrás mientras se cierra el portal
y ver la mirada de alguien que me ha visto difuminada por las
alteraciones cuánticas del portal, el teléfono móvil encima de la
encimera de la cocina indica que me ha llegado un whatsapp nuevo,
cierro el portal antes de que se desvanezca el efecto del tempus
fuggit mientras que intento hacer malabares con el alma del
licántropo que se empeña en salir de su cuerpo.
Llegados
aquí, hay un instante en que el alma escapa del cuerpo, la agarro
con las dos manos y la meto por el hueco donde debería de estar el
estomago, mientras pienso, no en mi turno nene, al tocar la carne
gasto lo que me queda de energía hasta la extenuación en cerrar
todas las heridas y regenerarlo.
Mi
ultimo momento de consciencia se desvanece con el fuerte latido del
corazón de ex-moribundo, ver como abre los ojos asustado y escucho
el aire entrando en sus pulmones, a la vez que pensaba, quien me haya
mandando el whatsapp se va a cagar en mis difuntos cuando vea lo que
tardo en contestar.
Despierto
mareado, mi habitación apesta a sangre, sangre de licántropo, ¿a
que se me ha muerto al final? trato de ver más allá de mi nariz al
abrir los ojos, todo es jodidamente borroso, pero me llega olor a
carne desde la cocina, carne a plancha con especias y cocinadas con
un buen vino oloroso, ¿quien demonios hace de comer en mi cocina?
trato de incorporarme con pésimos resultados, estoy en la cama, se
ve que el licántropo ha sobrevivido, trato de extender la mano para
coger la botella metálica de agua que hay en la mesita de
noche y la dejo caer al suelo, me pesan los ojos, no tengo fuerzas ni
para coger la puta botella con la mano.
Escucho
pasos acelerados desde la cocina, huele a una mezcla entre cuero,
sudor, almizcle, canela y sangre, es un olor masculino pero no
agresivo, entreabro los ojos, veo frente a mi sus ojos marrón
verdosos con ligeras arrugas a los lados coronados por un pelo de
rizos suaves, sonríe y con la misma voz profunda me dice - Gracias
por haberme salvado taumaturgo, estoy haciéndote de comer
una receta de mi familia original para hacerte recuperar fuerzas, lo
llamamos Anadlydd - consigo musitar un gracias mientras
que le señalo donde debería estar el cajón donde guardo la glucosa
de emergencia para estas ocasiones.
Al
principio parece no darse cuenta de mi estado, pero al segundo
gruñido de "uuuuuuuuhhh" se cosca de que quiero algo del
cajón, no hay nada más aparte de glucosa, así que tampoco tendrá
que buscar mucho, me alcanza una de las ampollas de glucosa para
deportistas abierta a los labios y aprieta un poco, creo que la
imagen que puedo darle a este licántropo es la del vampiro recién
creado ávido de la sangre que su creador le facilita o de la primera
vez que uno de esos chupasangres bebe de una victima (o voluntario)
viva.
Supongo
que lo que siento debe ser lo mismo, como la energía entra en mi y
llena cada uno de los poros de mi cuerpo, como me revitaliza, como me
hace volver a ser algo más que un trapo de carne, hueso y piel
postrado en una cama.
cuando
me he bebido ya por mi propia cuenta una caja consigo levantarme de
la cama tambaleándome, no se ha movido de allí, se acerca a
intentar ayudarme, lo rechazo amablemente con la mano, me acerco a la
cómoda a mirarme en el espejo, mierda, un par de canas en mis
sienes, cabrón licántropo, me has costado caro, me vuelvo con
cierto enfado hacia el y ahí lo tengo, mas de dos metros de hombre
lobo plantado delante con la misma ropa que llevaba ayer, unos
vaqueros sucios,lo que en algún momento fue una camisa de cuadros y
esos ojos marrón verdosos en una cara de buenazo que casi parece
tonto, cualquiera diría que es capaz de cambiar de forma y ser digno
oponente si le pillas la fase lunar correcta.
Las
cicatrices han desaparecido de sus cuerpo, solo queda una X marcando
su pecho junto a un colmillo bañado en plata que cuelga de su
cuello, ahora que se ha recuperado parece estar en mejor forma física
de lo que ayer vi, aunque dudo que se machaque tanto como yo, pero
ahora que caigo, no me he presentado.
-Iván
- le digo extendiendo la mano cordialmente y tratando de eliminar
todo atisbo de enfado de mi cara, no tiene la culpa de que me guste
jugármelo todo por el todo y arriesgar mas de lo que debo por gente
que no conozco de nada.
-Rolo,
hijo de Angus, nieto de Eldritch, campeón del lago Daimh - dice con
cierto acento anglosajón mientras hincha el pecho y sonríe
-Bien
Rolo, esto es Sevilla miarma, no conocí a tu padre ni a tu abuelo, y
eso del lago suena bien, pero no pareces mal chico, podrías
explicarme que demonios haces con esa pandilla de hijos de puta
asesinos de niños -
-El
alfa de esta manada fue retado en unas vacaciones que tuvieron mis
padres hace 27 años en Sevilla, el alfa ganó, mató a mi padre y
abuso de mi madre hasta que se aburrió, después la dejo para que
jugaran el resto con ella, murió desangrada, yo solo era un
cachorro, trató de adoptarme para que fuese la semilla que el nunca
pudo tener, iba a acabar con el cuando llegaron los Kinder Der Hölle,
tienen uno de los nuestros casi con tus habilidades, me leyó la
mente, traté de escapar y me cogieron, no todos en esa manada son
malos, Niahit ... -
No
lo dejé terminar, le tapé la boca suavemente, parecía que tenía
incontinencia verbal el muchacho.
-
Ya me contarás el resto de tu historia muchacho y acerca de esa
manada, ¿que día es hoy?-
Miró
su reloj de muñeca y respondió lo que me temía por mucho que
firmase con sangre documentación alguna, los equipos de asalto no
llegarían a hospital con la velocidad suficiente como para parar a
una manada de licántropos adoradores de la luna oscura que esperan
generar el ragnarok sacrificando a una docena de recién nacidos.
Con
lupino apetito y aún en ropa interior devoré lo que Rolo me había
preparado, mientras con la otra mano (entre corte y corte del filetón
de ternera) preparaba una docena de tortitas, un batido de chocolate
de dos litros, ponía un par de pizzas en el horno y traía más
glucosa del dormitorio, llevaba casi 8 días inconsciente, tenía que
recuperar fuerzas, menos mal que lo quemo todo, si no estaría gordo
como un barril.
Poniendo en orden todo lo que sabía y con el
interrogatorio al que estaba sometiendo al pobre Rolo comencé a
trazar un plan de acción y recordé algo, salte de la silla y en una
esquina de la encimera estaba mi teléfono móvil, pulsé el botón
para dar comandos de voz "mensajes 20 Diciembre, abrir", me
encantan estos jodidos juguetes tecnológicos que vende Pierre en su
tienda a gente del gremio, es como 5-10 años mas avanzada de lo que
hay ahora mismo en el mercado con chispas de metafísica, la ostia en
verso tecnológicamente hablando.
El móvil carga
el siguiente mensaje que me hace estremecerme "Buen culo y
bonitos calzoncillos de ositos, un beso, Uccellino =) " mierda,
miré hacia abajo, si, los que llevaba puestos desde que fui a por
Rolo, era ella quien me había visto marcharme, pero ¿como
se salto el tempus fuggit? esto mandaba a la mierda mi plan inicial,
habría que trazar otro, aunque fuese más complejo y hubiese que
hacer un par de llamadas.
Rolo
no sabía absolutamente nada, pero algo en su mirada me indicaba que
ocultaba algo, así que le pedí algo que podría ser peligroso para
los dos, meterme en su cabeza, bucear en su memoria y sus recuerdos
para ver algo que el no supiese que sabia o había visto, el truquito
de Blade Runner con la foto pero con magia, la primera vez que haría
esto con un cambiaformas con el peligro añadido de la dualidad
animal-persona de estos seres y de quedarme atrapado dentro.
Había
algo que no quería contarme de Uccellino y el tiempo volaba en mi
contra, era media mañana, hasta las nueve no saldría la luna, hasta
las once y media no brillaría alta en el cielo tornándose azul poco
a poco para brillar azuleando el cielo sobre las doce, tenía doce
horas, una cabeza de lupino en la que meterme, mi enemigo que sabía
que yo sabía lo que estaban planeando, para colmo lo que se me
estaba ocurriendo iba a ser casi como jugar a la ruleta rusa con un
judío, pero que coño, después de encerrar a Luzbel creo que poco
me quedaba por ver, tenía que intentarlo.
Continuara...