martes, 9 de diciembre de 2008

Cazador de Medianoche : Tras la sombra del Vampiro (II parte)

No tengo ni idea de que día es.

Estoy postrado en una cama de sábanas blancas de la habitación de un hospital, según mi reloj interno, aproximadamente deben de haber pasado mas de dos semanas desde Halloween, escribo esto a duras penas porque mis manos están vendadas y siento que los huesos de mis dedos están hechos trizas.

El golpe fué más fuerte de lo que esperaba.

Han pasado algo más de dos semanas desde que escribí aquí por última vez, acabo de llamar a Belén y con la excusa de haber conducido con un par de cervezas le digo que tuve un accidente con la moto, cosa que tampoco está demasiado lejos de la realidad.

Al menos conseguí mi objetivo, el chico y su pareja están alejados de la maldición del vampirismo, pero mi moto está destrozada, siniestro total y esa maldita zorra casi consigue matarme, aunque mi respuesta ante su ataque la dejo espolvoreada en la SE-30.

Todo iba bien esa noche, sabía cual era mi objetivo, tenia el rostro de esa vampiresa francesa en una foto, sabia lo que era capaz de hacer, el muchacho y su pareja (aunque los padres del muchacho no fueron demasiado insistentes en ella) debían de ser llevados a un lugar seguro y quitarles la maldición.

Lejos de todo lo que la gente cree, la maldición del vampirismo es algo reversible, siempre y cuando el vampiro joven en cuestión no haya probado el sabor de la sangre humana de una víctima viva, puede beber sangre animal, sangre de donación o incluso sangre recién vertida en algún recipiente, pero el paso irreversible en la mayoría de los casos, es cuando el vampiro bebe sangre directamente de un humano.

En la mayoría de los casos es un acto impulso primario animal y salvaje del vampiro recién creado, el primer paso para convertirse en un depredador nocturno, el hambre.

A otros, aquellos cuya voluntad es fuerte y su primer instinto no es el soltar al animal salvaje y dejarlo libre para que se alimente del primer indefenso (o no) que se cruce en su camino, suelen preguntarse el porque de su estado, cayendo en una espiral emocional depresiva.

Sin embargo la mayoría de ellos son engañados con ese mito de que el vampirismo es irreversible, entonces, estos recién convertidos de férrea voluntad escogen una victima y la seducen, se acercan lentamente a ella mirándola a los ojos y susurrándole desde la distancia, consiguiendo toda su atención y encanto, haciendo que baje la guardia y se entregue por propia voluntad a cualquier deseo del recién creado, es entonces cuando el vampiro se acerca a su victima y bebe con avidez de su cuello, dejando a su victima generalmente sin vida, después todos son lamentos y lagrimas de negra sangre, suele acercarlos a acciones autodestructivas a menos que otro vampiro, generalmente el que lo ha creado se acerque a el y lo felicite, llevándolo al lado mas inhumano de la no-vida.

Lo se demasiado bien.

Sin embargo el muchacho tenia pelotas, no había bebido sangre humana viva, o al menos, es lo que sospechaba por los datos que tenia, gracias a los Hados que fué así.

Conseguí un pase para la fiesta privada de después de la fiesta publica en la sala Q de la que esta vampiresa parece que es la organizadora, metiéndome con toda seguridad, en la boca del lobo, en un garito lleno de chupasangres que si no lo saben puede que deseen saber que la sangre de alguien como yo les da el mismo efecto que la cocaína mas pura puede producirle a un humano normal.

Un subidón vamos, he escuchado de compañeros que han sido atados y amordazados, alimentados por un tubo como si fuesen animales solo para extraerles su jugo vital por parte de un fornido grupo de vampiros, aunque claro, el mago en cuestión era demasiado novato, demasiado joven y no conocía ninguno de los trucos mas poderosos contra esta clase de seres.

También tengo que agradecerle (muy a mi pesar) a Joaquín el que dejase que sus libros más importantes no estuviesen sostenidos por su quintaesencia, por lo tanto no desapareciesen cuando su último aliento se escurrió entre mis manos.

Gracias a ellos aprendí trucos avanzados que aunque inicialmente me costaron algún que otro día tirado en el suelo sin fuerzas para moverme, pero que ahora domino sin problema alguno.

Miré el reloj, eran las diez de la noche y tenia toda la información que creía necesitar, prepare la cena, una ensalada de queso italiano, tres filetones de ternera, una jarra de zumo de naranja y de postre un brazo de gitano de chocolate

Si, me puse hasta el culo de comer, pero necesitaba ir preparado para lo que pudiese encontrarme en esa fiesta privada y no me parecía correcto ponerme en mitad de la noche a engullir perritos calientes, entre otras cosas porque llamaría demasiado la atención sobre mí y lo que menos quería esa noche era llamar la atención.

Aunque teniendo en cuenta mi aspecto y como pensaba llegar al lugar era algo difícil.

Saque del armario la ropa aun envuelta en los plásticos de la tintorería, la chaqueta de moto negra y con las protecciones azules, las pesadas y duras botas trucadas, unos vaqueros negros, la camiseta de manga larga de estilo industrial con protecciones blindadas en pecho, abdomen, codos y hombros, la cual era real pero pasaba por simple moda gótica, era lo mejor de estas fiestas, puedes ponerte ropa con protección real y pasaras desapercibido.

Como complementos elegí mi cinturón con hebilla de plata, los anillos estilo “ángeles del infierno” de plata y sin duda alguna el collar de pinchos con púas de plata.

Y sin duda un par de toques en cuello, muñecas y codos de mi perfume favorito.

Me miré en el espejo de cuerpo entero, perfecto, un gótico más, pero me faltaba el detalle final.

Canalicé un poco de quintaesencia y mis rasgos se afilaron, mi pelo se alargo un poco y se tornó negro con reflejos azules y engominado hacia atrás, mis ojos se colorearon de blanco y un leve perfil de sombras los rodeó.

Podría haberme teñido el pelo y haberme maquillado, pero con un sencillo cantrip podía hacerlo todo, además me gustaba mi aspecto y el tinte es un coñazo que se quite del color de pelo que tengo.

Volví a mirarme en el espejo, estaba rompedor, si no tuviese un trabajo entre manos y con un par de truquitos podría llevarme al catre a cualquiera de las asistentes a esa fiesta.

Esta noche salía de caza, pero no de ese tipo, además, después de haber tenido como compañera de cama a aquella fémina del séptimo nivel en su verdadera forma, ninguna humana podría haberla igualado, aunque era Halloween y nunca se sabe lo que puedes encontrar en una fiesta gótica disfrazada de humana.

Un ultimo vistazo al espejo y vi como la plata refulgía en el reflejo, le sonreí a mi imagen, cogí el casco para la moto y salí al pasillo.

Lejos de lo que la creencia popular dice, la plata no afecta a los licántropos, ni la estaca a los vampiros, al parecer y según algunos antiguos tratados que saqué de casa de Joaquín, existe un tratado de tiempos inmemorables donde los licántropos y los vampiros firmando los unos con la sangre de su primogénito y los otros con la propia, acordaban el no revelar nunca el secreto de que es la plata la que afecta a los no-muertos y la madera y otros elementos naturales tratados correctamente lo que es normal para los licántropos.

Evidentemente el fuego les puede hacer mucho daño, en especial a los vampiros, pero las balas casi no les hacen nada a ninguno de los dos, al menos las normales.

He leído historias de Cazadores del otro lado del charco donde decían haber vaciado el cargador completo de una escopeta de combate en la cara de un vampiro y haber sobrevivido a duras penas al combate al emplear como arma improvisada un candelabro de plata.

Tipos duros ambos, con los licántropos generalmente no suele haber problemas, intentan pasar desapercibidos entre los humanos y se reúnen en comunidades en bosques y zonas alejadas de las ciudades, muchos de ellos se hacen pasar por sectas naturistas, wickanas, o simplemente por hippies de nueva generación que aman el campo, la paz y el amor cósmico.

Y una leche.

Pero no son licántropos lo que me espera sino chupasangres, esta Malicia al parecer viene de Paris.

Oh lala, la ciudad del amor, que bien, perfecto, por los cojones, una vampira de pelo rojo con acento francés, exuberantes pechos y un corsé gótico, sacado de una ilustración para flores languidas sobre muros de piedra quinceañeras.

No se que será mas peligroso si ella misma o la cantidad de moscones que tendrá revoloteando a su alrededor.

Bajé en el montacargas al garaje y al lado de mi coche estaba la niña de mis ojos.

Pobrecilla, ahora debe estar en un lugar donde estará siendo manoseada por algún paleto de manos grasientas, nada más pueda moverme prometo coger un taxi y buscar la ubicación exacta de mi moto y arreglarla con mis propias manos.

Y con ayuda de la magia porque me va a hacer falta.

Monté sobre ella, arranqué su motor que ronroneaba como un gatito a los pies de una chimenea, me puse el casco y accioné el botón de la puerta de la cochera, iba a ser una noche interesante.

No sabía hasta que punto.

4 comentarios:

Silvia_D dijo...

Mmmmm a ver con qué nos sorprendes.

Con respecto a tu comentario de seguir la historia al pie de la letra, te puede costar... contribuyeron varios, cada capítulo está firmado y a alguno se le fue la bola un poco y empezó a matar y a revivir al que le salió de las narices jajajaja, yo me perdí, la verdad y creo que acabé exiliada en Mallorca, con unos de mis más leales vampiros y el maestro, al que yo maté, por cierto y no sé quién revivió jajaajaja, viene a por mi...

También hay algún capítulo suelto en Paseando por Terra, en archivos, en "vampiros".

Te deseo suerte :)

Besos, niño

Manu dijo...

DianNa_:
Espero haberos sorprendido ^^
He tomado al personaje y parte de su historia, quien sabe, ¿quizás un crossover? ;)
Un besote vampiresa!

maria dijo...

Esa moto... tan presente ultimamente como los deportivos eh? ^^

Eso si te dijo, la auto-imagen del prota en el espejo es envidiable. Que seguridad...
^^ besitos

Manu dijo...

Aïcha:
No te creas, es un punto futuro pero desconozco cuanto de cercano =P
A veces somos lo que escribimos o escribimos lo que somos, quien sabe ;)
Un beso!