Reunion : Acto II : Discusion

Reino de sueño, atravesando la barrera de la realidad, en algún lugar de la periferia existe una isla, no es la única pero si es única, en ella se alza una fortaleza de granito gris, en sus muros las cicatrices provocadas por mil asedios hablan por si solas, dejando entrever algunas grietas y hendeduras, manchas oscuras donde impactaron bolas de fuego y marrones donde cayo sangre.

En la única puerta de hierro forjado en frío esperan mil legiones de soldados que en otro momento estarían enfrentándose entre si, pues son parte de los ejércitos del cielo y el infierno, los comandantes de ambos bandos ordenan mentalmente a sus tropas que guarden calma, de momento.

Tras sus murallas un castillo cuyas paredes cambian de la oscura obsidiana con vetas rojas al blanco marfil según quien se siente en su trono, pero eso hoy va a cambiar, un millar de enanos, hombres mujeres y niños, sirvientes del castillo aguardan en la sala del triunfo, apiñados y mirando con temor a la vez que con esperanza a la escena que en ella se desarrolla, pues en el centro de esta enorme sala oval, lugar de festines y celebraciones, donde antaño hubiese largas mesas ahora solo hay una mesa redonda y pequeña ante la que se sientan tres encarnaciones de un mismo ser, tan distintas entre si, que a ojos de un desconocido le parecerían tres seres completamente independientes.

A la izquierda se sentaba una imponente y pálida figura en una silla sin respaldo de estilo romano con unas enormes alas negras coronadas por un tatuaje en su centro a su espalda, vestía una túnica negra raída sin mangas que dejaba sus poderosos brazos y su pecho parcialmente al descubierto sobre el cual yacía colgada de una cadena de plata una media luna roja que brillaba con luz propia, su rostro anguloso mostraba una media sonrisa que nacía en la comisura de sus sugerentes labios, sus ojos eran de un azul gelido y reflejaban el odio, la ira y la venganza que ardían en su corazón, su pelo negro y largo con una media cola cogida por un anillo de metal negro con incrustaciones de rubíes que reposaba sobre su pecho, este ser atraía la luz hacia si creando a su alrededor un aura de oscuridad insana, de su cintura pendía una espada de intrincada empuñadura y con una guardia afilada, preparada para beber la sangre de su portador.

A su derecha su antitesis, sentada en una silla de similares características, un ser de piel suavemente acariciada por el sol, con dos majestuosas alas del mas puro blanco coronadas por el mismo tatuaje que su opuesto, su túnica, también abierta por detrás, era blanca de anchas mangas y bordes cuidadosamente bordados de dorado, por encima de esta túnica una media luna de plata casi blanca brillaba con los reflejos de luz que entraba por las claraboyas de la sala del triunfo, su rostro afable y bonachón mostraba en ese momento una expresión seria y desafiante, al igual que sus ojos verde esmeralda ante el ser que tenia delante, su pelo castaño claro y corto estaba ligeramente encrespado por la crepitación de energía interna que hacía que todo su ser se viese rodeado de un aura blanco-azulada.

En el centro de la mesa se encontraba una imponente armadura de brazos cruzados y sin detalle alguno salvo el símbolo que ambos tenían tatuados en la espalda en el centro del pecho.

- Tienes que dejarme tomar el control total - dijo el ser de la izquierda - estamos en una situación en la que solo con sangre se puede pagar la afrenta que nos han causado

- No estoy de acuerdo! - clamo el ser de la derecha - sabes perfectamente que la venganza solo trae mas destrucción!

- Eres un cobarde, te da miedo actuar, no serias capaz de ver una traición ni aunque la tuvieses delante de las narices!

- Y a ti te encantan los derramamientos de sangre sin sentido, buscas en cualquier parte una razón para amputar miembros y provocar muerte y destrucción a tu paso, por supuesto que nos han traicionado, Alta Traicion que se diria en Mundo Medio alla en la lejana tierra de Gilead, pues solo alguien a quien has llamado Hermano puede realizarla,pero eso no justifica que seas casi como el Sol Negro que siembra las llamas del Kaos y la destrucción a su paso y quieras demostrarlo a ambos lado! - dijo golpeando con ambos puños la mesa

- Graciassss! - Respondió con una sonrisa perversa en su cara - Intento emular sus pasos, de hecho lo habría conseguido de no ser por tu molesta oposición

- Has tenido demasiado voz y voto en las decisiones y ello nos ha llevado en parte a la situación actual! - replico con desespero y con las lagrimas a punto de brotar de sus ojos

- Ves! - dijo señalando al ser que tenia en frente mientras miraba a la armadura - ante la mínima se pone a llorar como una nena, guerrero del cielo, ja, vete a leer novelas rosas y déjame que lo haga a mi manera, no podrías llevar esto tu solo

- Si puedo, durante años lo hice y

- Ya veo como fue... - Le interrumpió

- No tienes ni puta idea de lo que pasamos, de lo que sufrimos en aquel momento, te llamamos para que encontrases una solución, para que nos dieses una salida, no para que tomases el control!

- Aquí tienes la salida, aquí tienes la solución, solo que eres demasiado débil para poder afrontarla, la realidad la tienes delante de tus jodidas narices pero eres incapaz de reconocerla, la respuesta la conoces bien- dijo siseando- juntos podemos superar al Sol Negro, dejar tal reguero de Kaos y muerte a nuestro paso que nos aplaudan en el infierno y se escandalicen en el cielo

- Si claro, ya me acuerdo, quizás tu no, te recuerdo el tiempo que pasamos encadenados hasta que esa perversa visita escucho nuestros gritos en ese sitio en el cual ni siquiera a ti te quieren y nos libero?

El ser de alas negras volvió los ojos y suspiro - Si, mi querida e infiel amante, aun recuerdo a estos pequeños - dijo haciendo un gesto circular con la mano refiriéndose a los sirvientes- corrían de un lado a otro creyendo que había un terremoto mientras que nosotros

-No me interesan tus andadas sexuales cuando conseguiste dominarle- dijo señalando a la armadura - Pero si disfrutamos mucho los dos verdad que si? sobretodo cuando no podias hacer nada y me veias ahi moviendo- La armadura se puso en pie con una velocidad sobrenatural y propino un bofetón con el revés de la mano enguantada al ser de negras alas

-Trajiste el veneno a las puertas de mi casa, creaste un lago y un templo de piedra para ella, te acostaste con ella por todo el castillo, convocaste a tus legiones y congelaste a mis sirvientes, transformaste todos mis territorios menos el jardín y esto fue porque no pudiste hacerlo, así que por nada del mundo volverás a tomar el control!- dijo el portador de la armadura a voz en grito -Al menos no tuviste la osadía de aceptar su proposición en el jodido mundo real, entonces la situación habría sido peor que en la que estamos y te puedo asegurar que aunque eso hubiese significado nuestra destrucción te habría matado por ello.

El ser de negras alas se toco la cara, ahora roja por el golpe propinado y no fue capaz de decir nada, solo de abrir la boca y poner cara de sorpresa, la criatura celestia que tenia delante solto una risita que fue inmediatamente acallada por un puñetazo a la misma velocidad que el reves propinado a su mitad oscura, propinado por la armadura en el pomulo izquierdo, haciendo que cayese al suelo - Ahora quizas te sientas un poco como me senti yo cuando tu decidiste no estar a mi lado y dejarme solo cuando sabias lo que iba a pasar, tu tienes antes que nosotros dos el don de la presciencia asi que estoy seguro que lo sabias- dijo señalandolo con el dedo mientras estaba en el suelo y comenzaba a levantarse con la cara convertida en una mascara de furia, los enanos retrocedieron y los que se hallaban en la primera fila tocaron la hebilla de sus cinturones, toda la sala quedo imbuida en un campo aislante y protector creado por la conjuncion de las defensas que proporcionaban dichas hebillas de cinturon, con la misma forma del tatuaje que llevaba la armadura en el pecho y ambos seres tatuado entre las alas

-Quien cojones te has creido que eres para golpear de esa forma a el que fue uno de los serafines en la caida del gran enemigo, yo combati en el cielo y mi espada era portadora de la palabra de-
-Fuiste,era, ahora que eres? dimelo?- le interrumpio su opuesto
- Y tu que eres ahora? que fuiste? ni si quiera te dejan entrar alla abajo sin el correspondiente soborno a algun portero, eres patetico!- le acuso señalandole y elevando sus alas hacia el cielo mostrandolas majestuosamente
- Yo? al menos no soy alguien que abandona a quien se supone que debe de proteger cuando sabe que algo malo le va a pasar y tampoco soy alguien que para impresionar a los demas les recuerda todos sus titulos PER-DI-DOS, solo vivo el momento y aprovecho la situacion- Respondio tranquila y sosegadamente y diciendo esto en su mano izquierda aparecio una lima y comenzo a limarse las uñas de la mano derecha.

-Dejad de irritaros el uno al otro y guardad silencio, estamos los tres de acuerdo en que hemos sido traicionados desde dentro verdad? -
-Por supuesto Mylord- dijo el ser de negras alas haciendo una reverencia con la mano derecha cuyas uñas estaban recien limadas
-Si- mascullo muy bajo el ser de blanco plumaje que acababa de volver a tomar asiento frente a su opuesto
- No te he oido- dijo socarronamente
-Ha dicho que si, no lo irrites mas. Sabemos que esto ira a peor, no sabemos cuando, pero si sabemos que ira a peor, y en gran parte por culpa tuya - dijo señalando al de la izquierda - debiste haberla dejado seguir su jodido camino y ahora su veneno afecta a nuestras tierras y puede llegar a envenenar el jardin, MI jardin. Debemos tomar una decision para cuando sepamos quien o quienes son actuar con la maxima celeridad posible- dijo golpeandose la mano abierta con un puño cerrado - Ahi no podemos actuar independientemente, tenemos que actuar en consenso - mientras hablaba caminaba nervioso alrededor de la mesa - los tres a la vez-
-Yo no pienso trabajar con este...amargado-
-Y yo por nada del mundo trabajaria con alguien tan bajuno y vil como tu, me da asco tu sola presencia en este lugar, deberias de estar en el sotano encerrado!-
-Si seguro, entonces quien se habria encargado de aquellos cuatro en aquella fiesta eh? o quien pondria la capacidad de dar donde duele? te falta la crueldad necesaria para matar a alguien, dejarias que se marchases y volviese con mas personas o mas fuerte para que acabase contigo-
-Es lo honorable- le interrumpio
-No es honorable, es estupido, como tus putas estupidas leyes divinas, sabes bien porque cayo el primero, acaso no es algo parecido a como se siente el a veces?- dijo señalando a la armadura.
-Son las leyes divinas... - dijo en voz baja casi sin quererlo, como una respuesta automatica.
Un sonido quejumbroso broto de su interior, sofocandolo con una tos simulada siguio caminando escuchando a aquellas dos peculiares criaturas y si no hubiese llevado el yelmo puesto habrian visto caer las lagrimas por sus ojos.

La voz volvio a surgir de la armadura, esta vez era mas imponente que antes, mas profunda - por ello te llamamos, por ello te despertamos, podrias haber estado latente toda la vida y no haber llegado nunca a ver a traves de nuestros ojos, pero te llamamos, porque el no conocia la respuesta y ahora que la sabe lo tiene peor para volver algun dia al lugar al que pertenece asi que no me jodais mas ninguno de los dos...-

Hizo el ademán de sentarse pero volvió a ponerse en pie, se quito el casco y lo arrojo a la mesa, sobre la que rodó y callo ruidosamente al suelo, un enano se adelanto corriendo y recupero el casco antes de que terminase de rodar, lo puso al lado del asiento del chico de la armadura y volvió a su posición entre la multitud.

El chico de la armadura no debía de llegar a los treinta años, pero su oscuro cabello parecía ralo, en su frente y ojos todavia humedos se dibujaban profundas arrugas y la perilla que tenía estaba completamente alborotada.

- Ninguno de los dos entráis en razón, así que solo nos queda una solución posible y no os va a gustar, no va a ser rápida, lo hago por el bien de los tres, por nuestro bien, porque soy vuestro Rey...