Informe 645.277.92
Excelentísima Eminencia:
Como me indico en la festividad de la natividad de nuestro Señor Jesucristo, he realizado mi misión como observador dándole uso al don concedido por el Altísimo para verificar que la orden dada al impío y arcano sujeto llamado Iván y firmada por su excelencia el cardenal de nuestra orden era ejecutada.
Como está en mi conocimiento que su eminencia recibe cada día numerosas cartas como esta de adeptos que al igual que yo sólo desean servir al Altísimo le resumo para no hacerle perder más tiempo del que ya está perdiendo:
Mi misión consistía en seguir a un servidor de las artes arcanas llamado Iván en que ejecutaba la misión que por motivos que desconozco debía cumplir.
El trabajo que debía realizar este sujeto era el de ejecutar a una de las peores encarnaciones del maligno en nuestro plano, el de la falsa inocencia de la pre-adolescencia femenina, desconozco el motivo por el cual ese sagrada tarea le ha sido asignada a un practicante de las artes arcanas en lugar de alguno de mis hermanos de mayor rango dentro de nuestra orden, aunque conociendo la inteligencia de su Eminencia entiendo que prefiere poner en peligro la vida de un ser impío y mandar a un humilde observador como yo antes de enviar a un Ejecutor.
El arcano conocido como Iván montó en el AVE de las 19:30 con dirección a Madrid desde la estación de Santa Justa el día 6 de Enero del año 2009 de nuestro señor Jesucristo, todo intento de percibir sus pensamientos fueron en vano, su cuerpo estaba aquí pero su mente divagaba lejana durante todo el trayecto.
Cinco minutos antes de llegar a la estación de Atocha recibió una llamada telefónica y algo en su cabeza se puso en funcionamiento, como bien sabe su Eminencia, al nacer, el Altísimo me privo de la vista pero me dio la habilidad de ver la emisiones de energía de las personas, gracias a este don vi que recordaba, pensaba y usaba algún tipo de habilidad aun no catalogada en mi amplia experiencia de campo con seres sobrenaturales pero debía ser algo muy poderoso ya que brillaba con gran intensidad, por un instante temí por mi vida y recite mentalmente la letanía que todo soldado de nuestro Señor Jesucristo debe saber y recitar antes de saber que va a morir enfrentándose a un gran mal antagonista del Altísimo “Aunque camine por el valle de las sombras, ningún mal he de temer…”, temiendo que hubiese descubierto que yo lo había “visto”, pero no fue así, de hecho me ayudo a bajar de tren muy amablemente con su tono de voz melódico y su olor a caro perfume con tonos amaderados hasta que extendí mi bastón de plata.
Cuando me dejo en el andén salió como alma que lleva el Diablo hacia la parada de taxis.
Continuando en mi papel de invidente discapacitado permití que dos ciudadanos me ayudasen a llegar al tramo medio de Atocha, sin embargo estas personas lo único que pretendían era robarle la cartera a un pobre invidente, una vez vi clara sus intenciones, los conduje al exterior de la estación, haciéndoles creer que estaba asombrado de la amabilidad de las personas de la capital jugando con mi acento sureño y claramente rural, una vez fuera les pedí que me indicasen la dirección del Dunkin cercano y en el callejón en obras opuesto a lugar donde se erige el monumento en memoria de los accidentes del 11-M, mientras uno de ellos ayudándome a subir la escalera intentaba robarme la cartera saque el estoque de plata y los apuñale a ambos en el nombre del señor, cortando sus manos y lanzándolas a la alcantarilla como dice el libro de Jacob que debe hacerse con los ladrones.
Me había tomado demasiado tiempo por lo que limpie mis manos y esparcí el agua bendita que se nos proporciona a los observadores sobre los cuerpos de ambos sujetos y salí de allí antes de que el hedor de la putrefacción acelerada invadiese mis fosas nasales, en un par de minutos no serian más que un puñado de polvo rancio.
Enfundando el estoque en el bastón me dirigí de nuevo hacia la estación con la esperanza de que alguien ayudase a un pobre invidente a coger un taxi.
Madrid era una ciudad grande, seguro que había algún alma cándida en aquella estación y si intentaban robarme de nuevo, bueno, siempre podía repetir el proceso en el nombre del Señor.
No tarde en encontrar a los voluntarios, un chico alto que olía a colonia dulzona con voz penetrante y una chica con voz ligeramente chillona que olía a vainilla, ambos olían a las feromonas de ella, a pesar de sus pecaminosos actos les permití que me llevasen hacia la parada de taxis y educadamente les di las gracias, aunque el oliese a otra chica.
Le di al taxista la dirección de nuestra hermandad en la capitán donde un amable monaguillo me llevo a las cercanías de la vivienda de esta chica en el Audi A3 que la hermandad había dispuesto para este muchacho por sus trabajos parroquiales y por haberse decidido a pasar por quirófano para ser castrado.
Sin anestesia.
Aguardamos en el coche en silencio, mentalmente sabía la hora que era, se acercaban las doce de la noche y al día siguiente era el cumpleaños del cuerpo donde el maligno había decidido manifestarse al llegar a los 18, Iván tenía que ejecutarla antes.
Mis sondemos mentales de la casa de la muchacha indicaba que solo estaban sus padres, ella y un hámster, por lo que Iván debía de habérselo pensado mejor y no iba a realizar el trabajo.
Preparé el móvil para realizar la llamada al Exorcista Ejecutor pero algo ocurrió en el interior de la vivienda, Iván apareció de repente acompañado de alguien más que no pude identificar por el enorme brillo procedente de la meta-actividad provocada por el arcano Iván, tuve que apartar la vista y al volver a mirar sólo quedaban en la vivienda los padres de la muchacha y el hámster con vida.
Iván se teleportó unos metros delante nuestra entre dos contenedores, no había nadie por la calle y no había sido visto, sin embargo si poseía el poder de teleportación, podría haber salvado a la chica por alguna estúpida idea de arcano al no desear cumplir los designios del Altísimo, sin embargo el grito femenino que proyecto la madre de la chica y fue escuchado en todo el barrio confirmaba que a pesar de ser un ser impío sabia cumplir órdenes, quizás tendría salvación su alma.
Cuando llegase el juicio final.
Salió de entre los contenedores tambaleándose.
Decidí seguirlo a él e ir a investigar más tarde el diagnostico médico de la autopsia, por lo que cuando giro la esquina le indique al amable monaguillo que lo siguiese mientras que llamaba a la sede de nuestra Hermandad en Madrid para que alguien se enterase donde iban a practicarle la autopsia a aquella chica.
A una distancia prudencial avanzábamos con el vehículo casi al ralentí con los faros apagados, agazapados como un felino a la caza de su presa y al doblar una esquina simplemente desapareció.
Maldecía en Hebreo a todos sus descendientes y ascendientes, deseándoles a todos ellos una muerte lenta y dolorosa ya que el dolor purifica, lo cual asustó al monaguillo y le solicité que me llevase a la casa hermandad.
Una vez allí y relajando en el camastro de mi celda expandí mi don y busque a ese arcano que había desaparecido delante de nuestras narices, lo localicé en un bar de dudosa reputación ubicado en Malasaña donde servían poco más que cerveza al ritmo de las infernales melodías perpetradas por grupos de Heavy Metal.
Llame al monaguillo que acudió presto y le indique que me llevase al lugar.
Iván bebió hasta emborracharse y salió tambaleándose del bar, paso por un puesto de comida rápida callejero y engullo dos docenas de hamburguesas para el asombro del cocinero chino que preparaba eso que él llamaba carne, pago con un billete grande y le invito a olvidar que lo había visto.
Ya tenía localizada su aura por lo que podría acceder a su ubicación cuando lo desease, por lo que deje que ese infeliz continuase con su carrera nocturna comiendo y bebiendo como si fuese a ser lo último que hiciese.
Al día siguiente acudí al hospital donde le realizaban la autopsia a la chica y tras convencer a sus padres de que entregar su cuerpo para la donación de órganos o para su estudio no era de buenos cristianos conseguí que firmaran un documento donde daban a nuestra hermandad total potestad sobre su hija, comprometiéndonos a darle un trato digno a las circunstancias al cuerpo.
Aunque ellos desconocían que en su hija el maligno se manifestaría cuando llegase a la mayoría de edad e iría aumentando su poder con el aumento de edad, por lo que el trato digno al cuerpo donde el maligno iba a manifestarse incluida disecciones, mediciones, aplicaciones de productos alquímicos conservados por otras hermandades distintas a la nuestra y la posterior cremación del cuerpo al no ser merecedor de descansar en camposanto.
Pero creo que olvidé contarle esto último a sus padres.
Iván salió de la ciudad al día siguiente, envié al monaguillo a seguirlo y mediante un amuleto con la forma de la sagrada Cruz de Caravaca él me permitirá interaccionar con su cuerpo en la distancia.
Por lo que finalizo mi informe indicándole a su Eminencia que tras algo más de dos meses de seguir a este individuo puedo asegurarle que está limpio y realizo su misión con total eficacia, cayendo presa de las fuertes manos de nuestro monaguillo hace apenas unos días, tras realizar un truco como el que realizó en casa de la chica que asesinó, adjunto le remito la cabeza cercenada con mi bastón de plata para su colección persona, el resto del cuerpo fue consumido por el agua bendita.
Suyo.
Sagrado Observador Juan Pablo.
Excelentísima Eminencia:
Como me indico en la festividad de la natividad de nuestro Señor Jesucristo, he realizado mi misión como observador dándole uso al don concedido por el Altísimo para verificar que la orden dada al impío y arcano sujeto llamado Iván y firmada por su excelencia el cardenal de nuestra orden era ejecutada.
Como está en mi conocimiento que su eminencia recibe cada día numerosas cartas como esta de adeptos que al igual que yo sólo desean servir al Altísimo le resumo para no hacerle perder más tiempo del que ya está perdiendo:
Mi misión consistía en seguir a un servidor de las artes arcanas llamado Iván en que ejecutaba la misión que por motivos que desconozco debía cumplir.
El trabajo que debía realizar este sujeto era el de ejecutar a una de las peores encarnaciones del maligno en nuestro plano, el de la falsa inocencia de la pre-adolescencia femenina, desconozco el motivo por el cual ese sagrada tarea le ha sido asignada a un practicante de las artes arcanas en lugar de alguno de mis hermanos de mayor rango dentro de nuestra orden, aunque conociendo la inteligencia de su Eminencia entiendo que prefiere poner en peligro la vida de un ser impío y mandar a un humilde observador como yo antes de enviar a un Ejecutor.
El arcano conocido como Iván montó en el AVE de las 19:30 con dirección a Madrid desde la estación de Santa Justa el día 6 de Enero del año 2009 de nuestro señor Jesucristo, todo intento de percibir sus pensamientos fueron en vano, su cuerpo estaba aquí pero su mente divagaba lejana durante todo el trayecto.
Cinco minutos antes de llegar a la estación de Atocha recibió una llamada telefónica y algo en su cabeza se puso en funcionamiento, como bien sabe su Eminencia, al nacer, el Altísimo me privo de la vista pero me dio la habilidad de ver la emisiones de energía de las personas, gracias a este don vi que recordaba, pensaba y usaba algún tipo de habilidad aun no catalogada en mi amplia experiencia de campo con seres sobrenaturales pero debía ser algo muy poderoso ya que brillaba con gran intensidad, por un instante temí por mi vida y recite mentalmente la letanía que todo soldado de nuestro Señor Jesucristo debe saber y recitar antes de saber que va a morir enfrentándose a un gran mal antagonista del Altísimo “Aunque camine por el valle de las sombras, ningún mal he de temer…”, temiendo que hubiese descubierto que yo lo había “visto”, pero no fue así, de hecho me ayudo a bajar de tren muy amablemente con su tono de voz melódico y su olor a caro perfume con tonos amaderados hasta que extendí mi bastón de plata.
Cuando me dejo en el andén salió como alma que lleva el Diablo hacia la parada de taxis.
Continuando en mi papel de invidente discapacitado permití que dos ciudadanos me ayudasen a llegar al tramo medio de Atocha, sin embargo estas personas lo único que pretendían era robarle la cartera a un pobre invidente, una vez vi clara sus intenciones, los conduje al exterior de la estación, haciéndoles creer que estaba asombrado de la amabilidad de las personas de la capital jugando con mi acento sureño y claramente rural, una vez fuera les pedí que me indicasen la dirección del Dunkin cercano y en el callejón en obras opuesto a lugar donde se erige el monumento en memoria de los accidentes del 11-M, mientras uno de ellos ayudándome a subir la escalera intentaba robarme la cartera saque el estoque de plata y los apuñale a ambos en el nombre del señor, cortando sus manos y lanzándolas a la alcantarilla como dice el libro de Jacob que debe hacerse con los ladrones.
Me había tomado demasiado tiempo por lo que limpie mis manos y esparcí el agua bendita que se nos proporciona a los observadores sobre los cuerpos de ambos sujetos y salí de allí antes de que el hedor de la putrefacción acelerada invadiese mis fosas nasales, en un par de minutos no serian más que un puñado de polvo rancio.
Enfundando el estoque en el bastón me dirigí de nuevo hacia la estación con la esperanza de que alguien ayudase a un pobre invidente a coger un taxi.
Madrid era una ciudad grande, seguro que había algún alma cándida en aquella estación y si intentaban robarme de nuevo, bueno, siempre podía repetir el proceso en el nombre del Señor.
No tarde en encontrar a los voluntarios, un chico alto que olía a colonia dulzona con voz penetrante y una chica con voz ligeramente chillona que olía a vainilla, ambos olían a las feromonas de ella, a pesar de sus pecaminosos actos les permití que me llevasen hacia la parada de taxis y educadamente les di las gracias, aunque el oliese a otra chica.
Le di al taxista la dirección de nuestra hermandad en la capitán donde un amable monaguillo me llevo a las cercanías de la vivienda de esta chica en el Audi A3 que la hermandad había dispuesto para este muchacho por sus trabajos parroquiales y por haberse decidido a pasar por quirófano para ser castrado.
Sin anestesia.
Aguardamos en el coche en silencio, mentalmente sabía la hora que era, se acercaban las doce de la noche y al día siguiente era el cumpleaños del cuerpo donde el maligno había decidido manifestarse al llegar a los 18, Iván tenía que ejecutarla antes.
Mis sondemos mentales de la casa de la muchacha indicaba que solo estaban sus padres, ella y un hámster, por lo que Iván debía de habérselo pensado mejor y no iba a realizar el trabajo.
Preparé el móvil para realizar la llamada al Exorcista Ejecutor pero algo ocurrió en el interior de la vivienda, Iván apareció de repente acompañado de alguien más que no pude identificar por el enorme brillo procedente de la meta-actividad provocada por el arcano Iván, tuve que apartar la vista y al volver a mirar sólo quedaban en la vivienda los padres de la muchacha y el hámster con vida.
Iván se teleportó unos metros delante nuestra entre dos contenedores, no había nadie por la calle y no había sido visto, sin embargo si poseía el poder de teleportación, podría haber salvado a la chica por alguna estúpida idea de arcano al no desear cumplir los designios del Altísimo, sin embargo el grito femenino que proyecto la madre de la chica y fue escuchado en todo el barrio confirmaba que a pesar de ser un ser impío sabia cumplir órdenes, quizás tendría salvación su alma.
Cuando llegase el juicio final.
Salió de entre los contenedores tambaleándose.
Decidí seguirlo a él e ir a investigar más tarde el diagnostico médico de la autopsia, por lo que cuando giro la esquina le indique al amable monaguillo que lo siguiese mientras que llamaba a la sede de nuestra Hermandad en Madrid para que alguien se enterase donde iban a practicarle la autopsia a aquella chica.
A una distancia prudencial avanzábamos con el vehículo casi al ralentí con los faros apagados, agazapados como un felino a la caza de su presa y al doblar una esquina simplemente desapareció.
Maldecía en Hebreo a todos sus descendientes y ascendientes, deseándoles a todos ellos una muerte lenta y dolorosa ya que el dolor purifica, lo cual asustó al monaguillo y le solicité que me llevase a la casa hermandad.
Una vez allí y relajando en el camastro de mi celda expandí mi don y busque a ese arcano que había desaparecido delante de nuestras narices, lo localicé en un bar de dudosa reputación ubicado en Malasaña donde servían poco más que cerveza al ritmo de las infernales melodías perpetradas por grupos de Heavy Metal.
Llame al monaguillo que acudió presto y le indique que me llevase al lugar.
Iván bebió hasta emborracharse y salió tambaleándose del bar, paso por un puesto de comida rápida callejero y engullo dos docenas de hamburguesas para el asombro del cocinero chino que preparaba eso que él llamaba carne, pago con un billete grande y le invito a olvidar que lo había visto.
Ya tenía localizada su aura por lo que podría acceder a su ubicación cuando lo desease, por lo que deje que ese infeliz continuase con su carrera nocturna comiendo y bebiendo como si fuese a ser lo último que hiciese.
Al día siguiente acudí al hospital donde le realizaban la autopsia a la chica y tras convencer a sus padres de que entregar su cuerpo para la donación de órganos o para su estudio no era de buenos cristianos conseguí que firmaran un documento donde daban a nuestra hermandad total potestad sobre su hija, comprometiéndonos a darle un trato digno a las circunstancias al cuerpo.
Aunque ellos desconocían que en su hija el maligno se manifestaría cuando llegase a la mayoría de edad e iría aumentando su poder con el aumento de edad, por lo que el trato digno al cuerpo donde el maligno iba a manifestarse incluida disecciones, mediciones, aplicaciones de productos alquímicos conservados por otras hermandades distintas a la nuestra y la posterior cremación del cuerpo al no ser merecedor de descansar en camposanto.
Pero creo que olvidé contarle esto último a sus padres.
Iván salió de la ciudad al día siguiente, envié al monaguillo a seguirlo y mediante un amuleto con la forma de la sagrada Cruz de Caravaca él me permitirá interaccionar con su cuerpo en la distancia.
Por lo que finalizo mi informe indicándole a su Eminencia que tras algo más de dos meses de seguir a este individuo puedo asegurarle que está limpio y realizo su misión con total eficacia, cayendo presa de las fuertes manos de nuestro monaguillo hace apenas unos días, tras realizar un truco como el que realizó en casa de la chica que asesinó, adjunto le remito la cabeza cercenada con mi bastón de plata para su colección persona, el resto del cuerpo fue consumido por el agua bendita.
Suyo.
Sagrado Observador Juan Pablo.